Domingo III de ADVIENTO. "Estad siempre alegres".


LA CORONA DE ADVIENTO

La corona de Adviento es la fórmula más habitual y más sencilla de ir iniciando los domingos de Adviento. Y nuestras moniciones como, en otros años, irán reflejando ese hecho. La corona de Adviento tiene cuatro velas de colores diferentes y cada domingo de Adviento se enciende una. En el caso del primer domingo de encenderá la primera y las demás quedarán apagadas. Cuando lleguemos al segundo domingo de Adviento, antes de iniciarse la Eucaristía, ya estará encendida la vela del domingo anterior y, por tanto, se encenderá la segunda. Haremos lo mismo con la tercera y la cuarta. En caso de la tercera, iniciaremos la celebración con las dos velas anteriores ya encendidas y prenderemos la tercera. Para la cuarta, antes de comenzar ya estarán encendidas las tres y completaremos la corona con la cuarta vela encendida.

MONICIÓN DE ENTRADA

Queremos comunicaros la máxima alegría en nuestra bienvenida a la Eucaristía de hoy… “Estad siempre alegres en el Señor, os lo repito: estad siempre alegres. El Señor está cerca”. Nos lo dice San Pablo en la monición de entrada de la Eucaristía. Es una frase de capítulo cuarto de la Carta a los Filipenses. Por tanto este tercer domingo de Adviento tiene un mandato muy claro, desde el principio de la liturgia de hoy: que estemos alegres porque el Señor se acerca. Es un buen resumen, es una buena indicación para nuestro comportamiento para los próximos días. El tiempo de Navidad se acerca y hemos de estar preparados para ese momento. La alegría es un gran ingrediente para nuestra espera y para toda nuestra vida.

1ª LECTURA: LECTURA DEL LIBRO DE SOFONIAS 3,14-18a

Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo, Israel, alégrate goza de todo corazón, Jerusalén. El Señor ha cancelado tu condena, ha expulsado a tus enemigos. El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás. Aquel día dirán a Jerusalén: No temas, Sión, no desfallezcan tus manos. El Señor tu Dios, en medio de ti, es un guerrero que salva. El se goza y se complace en ti, te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta.

Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL. Is 12, 2-3, 4bcd.5-6

R.- GRITAD JUBILOSOS: "QUE GRANDE ES EN MEDIO DE TI EL SANTO DE ISRAEL”.
El Señor es mi Dios y salvador;
confiaré y no temeré,
porque mi fuerza y mi poder es el Señor
él fue mi salvación.
Sacaréis aguas con gozo
de las fuentes de la salvación. R.-

Dad gracias al Señor,
invocad su nombre,
contad a los pueblos sus hazañas.
Proclamad que su nombre es excelso. R.-

Tañed para el Señor, que hizo proezas,
anunciadlas a toda la tierra;
gritad jubilosos, habitantes de Sión:
"Qué grande es en medio ti
el Santo de Israel." R.-

2ª LECTURA: LECTURA DE LA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS FILIPENSES 4, 4-7

Hermanos:

Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres. Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca. Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y suplica con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

Palabra de Dios

ALELUYA Is 61,1

El Espíritu del Señor está sobre mí; me ha enviado para dar la Buena Noticia a los pobres


LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN LUCAS 3, 10-18

En aquel tiempo, la gente preguntó a Juan:

-- ¿Entonces, qué hacemos?

Él contestó:

-- El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo.

Vinieron también a bautizarse unos publicanos, y le preguntaron:

-- Maestro, ¿qué hacemos nosotros?

Él les contestó:

-- No exijáis más de lo establecido.

Unos militares le preguntaron:

-- ¿Qué hacemos nosotros?

Él les contestó:

-- No hagáis extorsión a nadie, ni os aprovechéis con denuncias, sino contentaos con la paga.

El pueblo estaba en expectación y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos:

-- Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego: tiene en la mano la horca para aventar la parva y reunir el trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga.

Añadiendo otras muchas cosas exhortaba al pueblo y les anunciaba la Buena Noticia.

Palabra del Señor

Comentario al Evangelio del Domingo.

1. - Hemos escuchado en la antífona de entrada un importante mensaje. Dice: “Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito: estad alegres. El Señor está cerca”. La alegría es un síntoma indeleble de la conversión, de la cercanía evidente de Dios. Nadie que haya conocido al Señor –y haya perseverado—puede estar triste. Hemos oído muchas veces, la famosa frase: “un santo triste es un triste santo”. Y así es. Si la tristeza perdura en nuestros corazones es porque no hemos recibido al Señor. No hemos aceptado su llegada. Es verdad que la vida nos puede traer hechos malos y complicados que dispongan el ánimo a la tristeza, pero por encima de ellos, está la alegría que Dios comunica a los que le aman. Ese canto a la alegría está precisamente en el fragmento de la Carta que Pablo dirigía a los fieles de Filipos. De hecho toda la epístola a los Filipenses en una sinfonía alegre motivada por la espera ante la Llegada del Señor.

2.- En otra pieza que casi nunca glosamos en las homilías, en el canto del Aleluya, también hemos escuchado: “El Espíritu del Señor está sobre mí; me ha enviado para dar la Buena Noticia a los Pobres”. ¿No es esa la misión principal del Salvador? ¿Y no es también tarea principal para nosotros que debemos secundar –muy especialmente en estos días, el trabajo del Señor Jesús? Debemos dar la Buena Noticia a los pobres, y junto a esa excelente información que es el Nacimiento de Dios hecho Hombre, hemos de ofrecer a los pobres nuestro aliento y nuestro apoyo, moral y material. Hay mucha tristeza y pobreza en nuestras calles que debemos remediar con nuestra presencia y nuestros dones, dinero, comida, sonrisas, abrazos. Y si os dais cuenta unas partes breves de la liturgia de hoy nos han marcado el camino. Siempre hemos de apercibirnos de la sabiduría incluida en los textos, –en todos ellos, grandes y pequeños—, que leemos cada domingo. Y apreciar la especial inteligencia de quienes, hace muchos años, pusieron las bases de la celebración del Día del Señor.

3. - San Juan Bautista en el texto del Evangelio de San Lucas marca el camino y predica la solidaridad y la justicia. Hay que repartir los bienes y no abusar del poder, como les diría, por ejemplo, a los soldados –representantes del Estado—que escuchan su predicación. Hay otro detalle en el relato de Lucas que nos interesa mucho. Dice que el pueblo estaba expectante ante la llegada del Mesías y por eso preguntan al Bautista si él es a quien esperan. Nos interesa remarcar esa expectación. Y, claro, de ella surge la interrogante de si nosotros llegamos a ese grado de interés por la espera. Y es que no podemos quitar a la Navidad nada de su contenido real: Es decir, la fecha en que el Hijo de Dios llega a salvarnos. Pero tampoco sería ni lícito, ni conveniente, que dejáramos la celebración en ---sólo—el interior del templo. Hay que salir a la calle a comunicar esa alegría. Y por ello no hay que poner demasiados peros a la explosión de luces y colores en que nuestras calles se convierten, aunque sean parte del negocio y del consumismo. Es bueno que Dios esté en la calle y no importa –como también dice el Evangelio—que “otros hagan milagros en su nombre”, aunque no los conozcamos.

4. – Y un comentario útil que nos puede ir preparando, litúrgicamente, para la celebración de las próximas fiestas. Tal vez, ya os habréis dado cuenta que este año 2012 las fechas del Adviento y Navidad se comprimen y nos hacen contemplar, unas muy cerca de otras, todas las previstas celebraciones litúrgicas. De hecho, comenzamos el Adviento algo tarde, el 3 de diciembre y este tercer domingo lo celebramos el día 16. Y el lunes 17 que es cuando la iglesia inicia la preparación directa de la Navidad. El IV Domingo de Adviento –el próximo y último de ese Tiempo—es el día 23. Al día siguiente, lunes, es el mismísimo día 24 de Diciembre, y por la noche, al filo de la madrugada, festejaremos, con la Misa del Gallo, el Nacimiento del Señor. Bueno…”esta noche es Nochebuena y mañana Navidad. Sí, el martes es la Navidad…

5.- En fin, y si digo todo esto es para que todos tomemos conciencia de que ya el Niño Dios esta muy cerca y que debemos prepararnos convenientemente para esta Primera Llegada del Salvador. Parece, entonces, como si el calendario quisiera acortar nuestra espera y nos ayudara aún más a recibir al Hijo de Dios. Las semanas anteriores la actitud de San Juan Bautista nos llevaba a la conversión, ahora parece que el tiempo se agota y el Precursor nos da instrucciones concretas de comportamiento y es que ya debemos de estar dispuestos. Pero que nadie se angustie, porque la misericordia de Dios llega a todos que la esperan con sinceridad.

6.- Vamos a venir muy continuadamente a la Iglesia y eso nos dará mayor sensación de cercanía con Dios y con los hermanos. Y es también este domingo tiempo de preparación final para la Navidad. Tengámoslo en cuenta. Y sobre todo abramos nuestros corazones a la alegría. Salgamos, hoy, del templo con el aliento alegre del tiempo definitivo que se acerca. El Señor está cerca. Él, personalmente, a todos y cada uno de nosotros nos va a comunicar la Buena Nueva.

 Ángel Gómez Escorial

Enlaces Parroquiales

Parroquia San Gines de Padriñan. Comunidad Parroquial.

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